sábado, 16 de mayo de 2009

PATRIA, SOCIALISMO Y ARMAS

Hugo Chávez Frías. El comandante. El presidente. El líder. Amado por las masas, odiado por la clase alta. El amigo de Castro, de Irán y de los países árabes. El que le compra armas (incluidos varios aviones Sukhoi 30) al gobierno ruso. Chávez, el vecino. Desde 1998 está ejerciendo su mandato. “Porque yo he sido elegido, tres veces” como diría él mismo ante la callada que le propinó el rey de España. Chávez, entre odios y amores, no solo de su país sino de la comunidad internacional. Con su política de “Socialismo del siglo XXI”, lo sectores mas desfavorecidos de la población venezolana lo apoyan y le dan continuidad a sus mandatos. ¿Cómo es que ha logrado esto?

Los escuálidos y el pueblo
Al inicio de su primer mandato, o desde la campaña presidencial en 1998, Chávez parecía el candidato perfecto. Pondría fin a la corrupción del gobierno y haría inversión social para las clases mas desfavorecidas. Los medios lo subieron como palma, aunque todavía no han podido hacerlo caer como coco. Y en efecto fue así, la inversión social no se hizo esperar. Con las llamadas “misiones” las construcciones de lo que podríamos llamar viviendas de interés social beneficiaron a miles. Los escuálidos, como el presidente Chávez llama a la clase alta, y los pocos antichavistas de clase media, no estaban contentos. El hecho de que regalara el pavimento durante dos años a Bolivia fue un hecho que molestó. “Pues mira pana como están las calles – afirma Héctor Sánchez, ciudadano venezolano – Mientras los bolivianos andan tranquilos sobre nuestro pavimento, nosotros nos tenemos que aguantar los huecos y la polvareda”.

Claro, esto poco les preocupa a quienes se ven beneficiados con los programas del presidente. Según Sánchez, la gente está dejando de trabajar, para ponerse a estudiar cualquier cosa en la noche, ya que el gobierno les paga por estudiar. “el venezolano es perezoso, y si le pagan por estudiar es mejor que trabajar, así sea menos, lo mismo con los subsidios de desempleo.” afirma.

La clase alta por su parte ve con tristeza el deterioro de las calles y la invasión de tierras. “Chávez dio permiso de invadir todo lo que quieran, entonces ahora si tu vez Caracas, hay conjuntos súper bonitos y de clase alta rodeadas de puros tugurios. La ciudad se volvió muy insegura, mira los edificios. Hasta el piso 6, 7, incluso el 8 tiene rejas en todas las puertas y ventanas porque tu no sabes quien es tu vecino”, comenta Mauro de Andrade, ingeniero de Papeles Nacionales. La Guardia Nacional, pese a que se los encuentra casi en cada esquina no parece desempeñar muy bien sus funciones según lo que afirman tanto Sánchez como De Andrade.

Popularidad
El llamado Socialismo del Siglo XXI, la política de Chávez para llevar su país hacia un rumbo socialista pero incluyente, parece ser la clave del éxito de su discurso. Dirigirse a la parte mayoritaria de la población, que también es la más pobre, da buenos resultados. La gente aprecia las misiones y los esfuerzos del presidente (o el comandante) por ayudar a los mas pobres con soluciones como subsidios de desempleo y de estudio, aunque al entrar en Caracas se vean por todos lados avisos de “se requiere empleado”.

Las viviendas que construye para los más pobres han sido otro factor que lo ha ayudado, al menos con los medios que lo apoyan. Viviendas como las VIS colombianas, construidas en el estilo de una unidad residencial de casas pequeñas. Con la diferencia de que en Venezuela solo son “bonitas” las que dan a la calle. Las casas del fondo presentan serios problemas. Las mas visibles “las que ven las cámaras y los noticieros” se ven en buen estado, pintadas de blanco, con una valla gigantesca que auto elogia las acciones del gobierno. Al ingresar a las casas de la parte posterior, se aprecia lo que es en realidad la propaganda. Así como las de afuera son bonitas, las menos visibles y por así decirlo “arrinconadas” son oscuras, con fallas estructurales y de tuberías y electricidad. La maquinaria propagandista de Chávez es admirable, lo que muestran los noticieros y las fotos en los medios es eso bonito, ignorando lo que en realidad pasa. Probablemente el cierre de RCTV tenga mucho que ver con ello.

Parece, sin embargo que no es esto lo que hace tan popular y odiado al presidente Chávez, es su permanente enfrentamiento diplomático con los Estados Unidos. Su amistad con Fidel Castro y con los países petroleros, que justamente están en contra de Estados Unidos (Irán por ejemplo). Las constates provocaciones y declaraciones en contra del gobierno Estadounidense, lo hacen ver como un redentor solitario que alza contra la tiranía del imperio, al calificar al presidente de los Estados Unidos George W. Bush como “terrorista y genocida”, o “Mr. Danger” (Tal como aparece en un artículo de la BBC), y hacer caso omiso de las prohibiciones y declaraciones del gobierno de EE.UU. respecto a Cuba, su relación con los países de oriente medio y las armas compradas a Rusia. Poco le importa esto, incluso que la secretaria de Estado Condolezza Rice lo califique como “una fuerza negativa en la región”.

Las armas rusas
A este enfrentamiento y al intenso “patriotismo” que despierta el presidente venezolano, se suma la compra de armas a Rusia. Los encuentros entre los presidentes Hugo Chávez y Vladimir Putin han despertado el interés y el temor de los Estados Unidos, que impuso una prohibición de venta de armas a Venezuela, a la que Chávez hizo caso omiso, “Nosotros no andamos en ninguna carrera armamentista. Sí necesitamos algunas armas para defender nuestro territorio, las mínimas”, afirmo en una rueda de prensa en Londres. Según dijo para la AP el analista militar Mark Stoker, solo se trata de renovación de armas demasiado viejas, obsoletas, que es lo que hacen todos lo ejércitos.

Según el gobierno venezolano, esto solo responde al reemplazo de armamento viejo y de un armamento mínimo para defenderse, en parte de amenazas posibles y en parte de la guerrilla de las FARC, que según el gobierno “entran en su territorio y secuestran y asesinan soldados”. El argumento de un general venezolano es que “los gastos militares, el porcentaje de PIB que dedicamos a eso y el tamaño de nuestras Fuerzas Armadas, tenemos la mitad de medios que tiene en uso nuestro vecino inmediato que es Colombia.” Pero claro, ellos no tienen una guerra interna como si la tenemos nosotros.

Los Sukhoi
La compra de 100.000 fusiles Kalashnikov, diez aviones de transporte, dos botes patrulleros y 24 aviones Sukhoi-30, que son considerados los mejores aviones de combate del mundo desde los años 80, y como afirma el portal voltairenet.org, el portal de la red de prensa de los no alineados, “No hace mucho logró superar en velocidad y capacidad de fuego a los aviones de la cuarta y otras generaciones, como el USAF Lockheed F-16-C/D, Block 59/52 y el francés Dassault Mirage 2000-5”, siendo el F-16 el avión mas avanzado que se tiene en las fuerzas aéreas de Latinoamérica, en posesión de Chile y Colombia.

Los únicos aviones del planeta que pueden compararse en fuerza de ataque, hasta 8.000 kilos de armas, y maniobrabilidad son los cazas Mig, también de fabricación rusa, pese a que maniobras como el revés “cobra”, la vuelta “campana” y la combinación de ambos en ángulos extremos, mientras usan su armamento a toda potencia, no puede ser igualados por ninguna aeronave. Esos aviones son invencibles, como afirma el portal voltairenet. Con maniobras así el radio de ataque del Sukhoi puede alcanzar hasta 180 grados, comparado con 30 y 40 grados de los F-16 del ejército chileno y el colombiano, que no pueden usar el armamento en ángulos de ataque tan pronunciados.

El costo además infinitamente inferior al de los cazas norteamericanos, que solo comercializan el F-16, puesto que el F-22 está restringido al ejército de EE.UU. Eso sin mencionar su “performance” incomparable (velocidad de hasta 1350 km/h, y hasta 8000 kms. de recorrido con dos recargas de combustible); y sus armas (3 tipos de bombas, 4 tipos de misiles, y un cañón de 30 mm. La preocupación de Estados Unidos y Colombia no está exenta de argumentos, el aumento del poder militar del vecino país es en efecto preocupante. Solo los aviones ponen a temblar a cualquiera.

El presidente Chávez en definitiva parece ser una extraña combinación de elementos que hace que la clase menos favorecida lo quiera: Es un militar que también fue pobre, intentó un golpe de estado contra un gobierno corrupto, regresó y triunfalmente ascendió, con un carisma que despierta tanto amores como odios, que unos encuentran encantador y otros simplemente payaso. Se enfrenta abiertamente a los Estados Unidos, y bajo el discurso del Socialismo del siglo XXI, parece cobijar a los menos favorecidos de su país y protegerlos del poder del imperio. La compra de armas que acrecientan su poder militar es además un buen truco publicitario, que le da una imagen de mandatario poderoso y firme en convicciones, al tiempo que protege a su pueblo con estas mismas armas. Parece que el señor Chávez va estar pro largo rato, pues algo se le reconoce: sabe mover las fichas de su ajedrez político para que siempre estén en su favor.

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