jueves, 5 de julio de 2012

MI HIJO ES UN GATO

No quiero tener hijos. No me gustaría tener un niño propio. No me gustan los bebés. No me gusta su llanto, sus berrinches, sus deposiciones, sus ruidos, su alta capacidad para no dejar dormir. No me gusta su niñez inquieta y ruidosa. No me gusta su adolescencia fastidiosa e "incomprendida". Para mi, lo mejor de los niños es que se vuelven adultos.

Hay gente a la que no le gustan los perros o los gatos o los pájaros o las vacas. Hay gente que no le gustan los enanos o los viejitos o las personas de otras razas, lo que no implica que las odien. Yo no odio a los niños, si lo hiciera no podría ser profesor. Me llevo bien con los niños, pero no tanto como para desear uno propio. Quizá usted estimado lector se pregunte "¿Acaso Jonathan no fue niño?" Si lo fui, pero una cosa no implica la otra. Yo se como era de niño, y quizá es una de las razones por las que no quiero tener hijos. Y afortunadamente mi esposa comparte mi desición.

Es por ello que decidimos adoptar. Un gato. Es un criollo (mezclado), atigrado, de ojos amarillos. Lo adoptamos en febrero cuando tenía 3 meses y medio, cuando era pequeño, cabezón, orejudo y parecía un erizo.  Ahora tiene 5, es grande e inquieto, suave y tiene la nariz negra. Se llama Vol'Jin, en honor al Cazador de Sombras Vol'Jin, lider de los trolls Lanza Negra en el videojuego World of Warcraft. Le gusta lamer mi nariz, y acostarse encima de la mamá (mi esposa). Corre por toda la casa a las 10 de la noche, y le gusta jugar con una ex-toalla de cocina. Se despierta a la misma hora que yo (4:30 AM) y me acompaña mientras me alisto para ir a trabajar.

Duerme a nuestros pies, y si las 6:00 AM no nos hemos levantado, se encarga de que lo hagamos. Y no descansa hasta que LOS DOS estemos en tierra, y ahi si se duerme él. Mi mamá ya le dice nieto. Es un confianzudo y juego con cualquiera que entra en el apartamento. es una cosa con pelos muy cool que se instaló en la casa. No llora (mucho), no vomita, no hay que cambiarle el pañal, no daña las cosas, deja dormir, en su adolescencia no se va a deprimir ni a decir que nadie lo entiende, y cuando sea adulto va a ser grande, atigrado y juguetón. Que puedo decir, tenemos un gato que es un hijo. Es genial, está medio loco... y me lame la nariz